Quiero volar
Era un día de verano de 1989. El día habia hecho los preparativos para vivir una tarde tranquila... demasiado tranquila. Nublado día. A la puesta de sol me encontraba dispuesto a tomar una siesta. El pequeño cuerpo que tenía se acurrucó en el fresco suelo de su cuarto y cerró los ojos... Aparecí caminando en una calle de un vecindario conocido, o al menos muy parecido a uno en la realidad. Parecido a uno de los lugares por donde pasábamos caminando cuando regresábamos de la escuela. Hiba acompañado de mi madre, ella estaba al nivel de la calle y yo jugaba con los obstáculos que se me presentaban a cada paso en la acera. F: [esto es muy cansado] ¡Mamá! ¿Cómo le hago para no tener que estar esquivando tantas cosas? M: No sé... piensa... a ver qué se te ocurre. F: No se me ocurre nada. M: ¡Qué lástima! Bueno, sigue caminando. Me quedé quieto en el lugar donde estaba. Mi madre seguía su camino, ni se detuvo ni volteó a ver dónde me había quedado. Un extraño viento se hizo presente, me tran...