¿La basura a su lugar?

Después de algunos años de haberme convencido de que no existe seres celestiales, supremos, omnipresentes, etcétera, empecé a recordar algunos cantos que me gustaban en aquéllos años: "Entre tus manos", "Madre del Salvador", "Glorioso es Dios" (creo =P), "Un día caminaba", "¿Qué sería de mí?"... Empecé a cantarlos (tratando de recordarlas) acompañado de mi guitarra; me sorprendió que la letra de algunas canciones no recordé, más la secuencia en la guitarra sí y ésta ma ayudó a recordar la letra.

Después de eso, como que me sentí retro de mi vida y no sé que me dió por abrir un cuaderno rojo que tenía guardado de años en donde tengo mis apuntes y libros. Lo empecé a hojear en la parte de las poesías que escribía. ¡Qué asco de poeta era! Qué bueno que lo dejé.

Tomé las canciones, que también había escrito, las leí y las empecé a tocar y a cantar. Si como poeta daba lástima, como compositor no sé cómo habría sido etiquetado. Verdaderamente, no sé en qué putas andaba pesando... Bueno, sí sé =P... pinches putas [...] jejeje...

Cerré el cuaderno, decidí que era mejor deshacerme de semejante basura, que no volvería a mencionar que alguna vez, hace ya años, escribí algo a lo que tuve el descaro de llamarlo poesía... ¡Mucho menos que 'también' fuí compositor!

Tomé semejante asco de escritura y la llevé a unos pasos de un bote para basura, me detuve. Volví a abrir el cuaderno, lo hojee de nuevo, pero ahora no lo leí, lo observé... qué grafía tan rara [debo de leer menos de psicología y sus derivantes, me puede hacer mal].

Me decidí a guardarlo de nuevo, más no sin antes escribir estas líneas tan secas y raras. Parece que será otro día en que éste cuaderno rojo termine en la basura.

>>> 2005.09.09

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