¿Qué esperas de una relación?
El bello juego del cortejo y la seducción es deliciosamente realizable. Jugando a ser inocentes de los pensamientos del otro. Correteándose el uno al otro por algún lugar, cerrado o abierto, hasta que uno de los dos se decide dejar alcanzar por el cansancio del otro. Descubriendo quién dice primero: "no me hagas caso, estoy loc@...". Y demás juegos inocentes que nos llevan a empezar, con gran gusto, una relación, tratándose de pareja/novios.
Esa es, puede decirse, la parte fácil. Símplemente estar al pendiente al gusto de la otra persona: verla reír, hacer que se contente, llevar a cabo corajes fingidos y degustarnos por las acciones de la otra persona para contentarnos. Pasa el tiempo, ¿cuánto quieren? ¿una semana? ¿dos? ¿un mes? El tiempo necesario para que en un momento se haga una de estas personas la pregunta: "¿y ahora? ¿esto es ser novios? ¿qué tanto le conozco?". Y empiezan las dudas, los conflictos, se hacen presentes los malentendidos, la desconfianza, la búsqueda de nuevas personas. etcétera.
¿Qué busco al estar con esta persona? Hablar, mi príncipe azul, desahogarme, caricias,matar tiempo, nuevos aires, sexo, no estar solo... Y demás egoísmos que no quiero citar ya. Uno que va caminando por la vida buscando lo que le hace falta en otras personas, proyectándose descaradamente en cada una de ellas en cada acción, cada momento, cada recuerdo que tienen juntos. Símplemente lo encuentran en otra persona y no le dejan ir, aprisionándole en sus ideas individualistas, buscando complacerse a sí mismo aprovechándose de los anhelos ajenos —creo que estoy definiendo a algún político, o a todos :-P.
Me pregunto: si estas personas no saben lo que quieren de algo (la mayoría de las veces ni siquiera de sí mismos) ¿cómo pueden saber lo que quieren de otra persona en un entorno afectivo de pareja? En el peor de los casos —resultante de una falta de convicciones, ideales, personalidad, qué sé yo— se harán dueños compartidos de lo que busca la otra persona, la cual tanto puede saber lo que quiere como también lo puede ignorar.
¿Qué es lo que quiero de mi relación de pareja? Quiero que ella sea ella y yo sea yo, y así evaluaré y decidiré si quiero seguir con esta relación.
Esa es, puede decirse, la parte fácil. Símplemente estar al pendiente al gusto de la otra persona: verla reír, hacer que se contente, llevar a cabo corajes fingidos y degustarnos por las acciones de la otra persona para contentarnos. Pasa el tiempo, ¿cuánto quieren? ¿una semana? ¿dos? ¿un mes? El tiempo necesario para que en un momento se haga una de estas personas la pregunta: "¿y ahora? ¿esto es ser novios? ¿qué tanto le conozco?". Y empiezan las dudas, los conflictos, se hacen presentes los malentendidos, la desconfianza, la búsqueda de nuevas personas. etcétera.
¿Qué busco al estar con esta persona? Hablar, mi príncipe azul, desahogarme, caricias,matar tiempo, nuevos aires, sexo, no estar solo... Y demás egoísmos que no quiero citar ya. Uno que va caminando por la vida buscando lo que le hace falta en otras personas, proyectándose descaradamente en cada una de ellas en cada acción, cada momento, cada recuerdo que tienen juntos. Símplemente lo encuentran en otra persona y no le dejan ir, aprisionándole en sus ideas individualistas, buscando complacerse a sí mismo aprovechándose de los anhelos ajenos —creo que estoy definiendo a algún político, o a todos :-P.
Me pregunto: si estas personas no saben lo que quieren de algo (la mayoría de las veces ni siquiera de sí mismos) ¿cómo pueden saber lo que quieren de otra persona en un entorno afectivo de pareja? En el peor de los casos —resultante de una falta de convicciones, ideales, personalidad, qué sé yo— se harán dueños compartidos de lo que busca la otra persona, la cual tanto puede saber lo que quiere como también lo puede ignorar.
¿Qué es lo que quiero de mi relación de pareja? Quiero que ella sea ella y yo sea yo, y así evaluaré y decidiré si quiero seguir con esta relación.
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